Razones para enamorarse de las Termas
Pocos lugares en Uruguay tienen tantas opciones para ofrecer a tantos visitantes.
Descubiertas por casualidad, cuando en realidad se estaba buscando petróleo, el Instituto de Geología del Uruguay encontró aguas a altísimas temperatura que emergían de lo profundo de la tierra, y así nacieron en Arapey las primeras Termas del país.
1. Un destino para todo el año
Siempre se pensó que las Termas eran sólo para invierno por el mágico contraste de las aguas calentitas, pero de unos años a esta parte, la cosa cambió.
Cuando hace calor, el agua de las piscinas se enfría, y en pleno verano hay tanta gente como en julio y agosto en los seis centros termales de Uruguay: Arapey, Salto Grande y Daymán en el departamento de Salto; y Almirón, Guaviyú y San Nicanor en Paysandú.
2. De día y de noche
Además de las horas de sol, las piscinas termales son ideales para utilizarlas por las noches también, ampliando el tiempo de poder estar en el agua. La iluminación de las piscinas hace posible quedarse durante la noche.
3. Alojamientos para todos los gustos y bolsillos
A la hora de elegir un alojamiento, se abre un abanico de opciones que van desde los campings, pasando por hoteles y posadas de todas las categorías, hasta cinco estrellas por demás tentadores.
Y ahora se suma toda una novedad: las Cabañas del Lago del Hotel Horacio Quiroga, con absolutamente todas las comodidades en un entorno maravilloso.
4. Mucho relax y mucha diversión también
Hay opciones para todos los gustos y necesidades. Desde el relax total en fantásticos Spas, hasta parques acuáticos que hacen las delicias de los chicos y de los grandes también.
El mayor parque acuático termal de Sudamérica, además de todos los juegos (toboganes, castillos, gomones, etc.), tiene una piscina de olas artificiales como las que se ven en la foto.
Y por si fuera poco, las Termas de Almirón son las únicas de agua salada que hay en Uruguay.