Una aventura bajo tierra
Mina de cobre La Oriental
En el departamento de Maldonado, próximo al límite con Lavalleja se encuentra La Oriental, una mina que está siendo explotada turísticamente en la que se pueden visitar tanto sus instalaciones exteriores, como realizar un increíble paseo por la galería subterránea que llega a estar a un promedio de 45 metros bajo tierra a lo largo de 332 metros.
Situada junto a la Ruta 60, la llegada a la mina ya es muy disfrutable por el característico paisaje serrano de la zona.
Un poco de historia y de futuro
El recorrido -que es guiado en su totalidad- comienza con el recibimiento que su propietaria Lilian Ascorreta hace a los visitantes, junto con una reseña histórica que se remonta a 1754 cuando los españoles venían en busca de minas de oro, pero según dicen los informes, se encontró cobre.
Reiterados intentos con escaso éxito para extraer este mineral se sucedieron desde aquel entonces, dejando como legado construcciones exteriores y desde luego, galerías subterráneas.
Hoy únicamente se explota como atractivo turístico-cultural y será convertida en un Parque Geominero.
La previa: cómo se sacaba el cobre
Antes de entrar en la mina se pueden ver las distintas técnicas y herramientas con las que se trabajaba en la extracción del cobre. Una enorme usina, las vagonetas Wilfley que circulaban con el material extraído, y la vieja fragua de la herrería que aún funciona, son parte de la previa a la entrada de la mina.
En las entrañas de la tierra
A medida que se llega al acceso a la galería, crece la adrenalina y la luz disminuye cada vez más hasta quedar a oscuras en un largo túnel. Se encienden las linternas y comienza el espectáculo.
Lo que se ve y escucha ahí adentro es asombroso. Estalactitas que surgen en los techos y paredes de los túneles forman caprichosas formas que también sorprenden por sus colores. Mientras que el agua que corre por los laterales de las galerías aporta un toque sonoro mágico y misterioso.
Alucinante: un minuto en silencio y sin luz
Un momento singular es cuando Lilian anima a los visitantes a apagar linternas y permanecer en silencio de forma de percibir hasta el más mínimo sonido y realmente estar en las entrañas de la tierra.
En ese instante, el recuerdo de los mineros chilenos y lo que vivieron durante casi 70 días se sintetiza en un minuto, o lo que el grupo quiera estar sin moverse, sin hablar y a oscuras. No importa cuánto tiempo sea, ni cuán abajo se esté, lo cierto es que es muy intenso lo que se siente. Hay que vivirlo, aunque sea un rato.
La seguridad ante todo
La seguridad es un aspecto muy cuidado: a los visitantes se les suministra casco y botas tipo de lluvia, así como una linterna o farol para el grupo.
Dentro se camina una parte bajo agua (que llega hasta los tobillos), y siempre se va totalmente de pie, sin necesidad de agacharse, hablando de personas de altura convencional.
Los habitantes de las minas
Una cueva casi es sinónimo de lugar de murciélagos. Es cierto, en la mina hay, pero si no se les ilumina con la luz o flashes de las cámaras, se quedan quietitos. Después de todo, ése es uno de sus hábitat y el ser humano lo está invadiendo.
Lo mejor es no pensar en ellos y molestarlos lo menos posible. Realmente, no es un tema que impida entrar a la mina, pues no se acercan a la gente, sino que al contrario, le huyen.
De regreso al exterior
El paseo culmina con un baño de botas en una corriente de agua que pasa a la salida de la mina. Es muy simple: se meten los pies en el agua y así se limpia el barro acumulado en las botas. Además es sumamente relajante después de haber estado un buen rato bajo tierra. Es como volver a conectarse con el mundo exterior de una manera muy agradable.
Datos útiles
Ubicación
Departamento de Maldonado, km 37 de la Ruta 60, haciendo 1.5 km por camino interior. Está a 20 km de Minas, a 25km de Pan de Azúcar y 65km de Punta del Este.
Visitas
Dado que está en predio privado y por seguridad sólo se entra con personal del lugar, es imprescindible coordinar por el teléfono 094 909169. Ahí proporcionan la información exacta por dónde se accede desde la ruta, y se fija la hora del recorrido. En verano es posible arreglar las visitas con unas tres horas de anticipación, a los efectos de aprontar los equipos. La duración aproximada es de dos horas y media.
Días y horarios
Para entrar a la galería: de jueves a domingo de 10 a 18 hrs., pero coordinando con tiempo, se puede ir otros días
Unos consejos
* Especialmente, si se va por la mañana, es conveniente llevar alguna cosita para comer a la salida porque por allí no hay nada cerca, sino que hay que llegar a Minas o Pan de Azúcar.
* Es conveniente llevar linterna propia de modo de poder apreciar mejor todos los detalles sin depender de otra persona que ilumine.
* Ya que hay buena parte del paseo que se hace al aire libre, hay que llevar protector solar y sombrero. El agua la dan allí, y vale la pena beberla porque es pura de manantial, así que está bueno llevar la botella para llenarla luego.